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21 noviembre 2009

Antonio Vega

El Pais publica en su edición de hoy la letra de una de las últimas canciones de Antonio Vega. No he podido resistir de publicarlo aquí porque me ha impactado un montón. No hacen falta comentarios adicionales.
Antes de haber nacido
Lejos donde no llega la voz

Rebota el eco de una imagen muda

El amanecer, con la niebla del recuerdo, confundido

Me atrapa y lanza a un viaje veloz

Acercándome al calor de la estrella que persigo

Cuando la noche solo era el día oscurecido

No existía el dolor amargo del vencido

Cuando vivir no era privilegio restringido

yo podía ser feliz sin ser el elegido

Hasta aquí he llegado

Desde aquí he partido

Un camino sin descanso que buscó donde nacer

Antes de haber nacido.

19 noviembre 2009

Lübeck

Y siguiendo con la serie "Ventanas" que di inicio al comenzar con este blog, voy a añadir una foto de unas ventanas (en realidad un balcón) ubicado en la plaza más céntrica de la ciudad de Lübeck que visitamos el pasado mes de junio.

Aunque con un aire un tanto recargado, lo cierto es que el contraste con los ladrillos oscuros del edificio en que se encuentra produce un efecto especialmente llamativo.


Belleza

Me pareció impresionante este jarrón que vimos recientemente en el Victoria and Albert Museum de Londres. Y como la foto ha quedado medianamente presentable, me ha apetecido compartirla.


17 noviembre 2009

Carlos de Sigüenza y Góngora

Y retiemble en sus centros la tierra, libro que ya mencioné en la entrada de ayer, está siendo un pozo de sorpresas...

Mi (largo) trayecto diario en tren, de ida y vuelta, desaparece cuando tengo un libro entre las manos. Pero en esta ocasión me sucede algo que ya no es tan frecuente: tengo que refrenarme para que la emoción no me acelere y poder disfrutar de la historia, las frases, los personajes, la ciudad de México... con plenitud.


Así las cosas, hoy me ha llamado la atención el nombre de un mexicano del siglo XVII de quien no tenía ninguna referencia. Se trata de Carlos de Sigüenza y Góngora, un personaje tremendamente singular.


He estado toda la tarde buscando información de Internet sobre él y las cosas que he averiguado me confirman que se trató de un individuo especialmente excepcional. Curiosamente fue amigo de Sor Juana Ines de la Cruz, otra de las grandes figuras del siglo XVII mexicano, y escribió su elogio fúnebre, pero ésta le ha sobrepasado en fama, al menos para mi.

Os dejo aquí las palabras que utiliza Gonzalo Celorio en la novela para referirse a Carlos de Sigüenza y Góngora. A mi me han resultado tremendamente atrayentes:
"... tras su expulsión de la Compañía de Jesús, había desempeñado más trabajos que el Lazarillo de Tormes -enjundiosos unos, miserables otros- para patrocinar su infatigable curiosidad: fue cosmógrafo principal de la Nueva España, inspector general de cañoneros, corredor de la Santa Inquisición, cronista de las glorias del Arzobispado, catedrático de matemáticas de la Real y Pontificia Universidad, limosnero mayor del Arzobispo Aguiar y Seijas, que un día de mal humor le destrozó los anteojos de un bastonazo, y confidente de sor Juana."
"... Su alborozo al contemplar un eclipse con un anteojo de larga vista, mientras los habitantes de la ciudad virreinal se refugiaban en la Catedral y en las iglesias pensando que tal fenómeno celeste era anuncio de sucesos calamitosos y manifestación inequívoca de la ira de Dios por los pecados cometidos; su entereza para calmar el miedo que causó en la población y particularmente en el ánimo de la virreina la aparición de un cometa en el firmamento ; su rivalidad con el padre Kino, que, llegado del Tirol austriaco, despreció sus conocimientos astronómicos como si los criollos caminaran sobre dos pies por dispensa divina; su audacia al encaramar a doce deidades aztecas en el arco triunfal que se colocó en la Plaza de Santo Domingo para recibir al nuevo virrey; su valentía y su amor a las letras y a la historia al arrojarse a las llamas para salvar los valiosos documentos que se guardaban en el archivo de las Casas del Cabildo, incendiadas en un motín; su modernidad al decidir en su testamento que su cuerpo, aquejado de males biliares, fuera abierto a su muerte para adelanto de la medicina."

16 noviembre 2009

Amistad emocionante

Seguro que hay muchas maneras de definir la amistad y el vértigo que se siente al "conectar" con otra persona afin. Pero la forma en que la describe Gonzalo Celorio en las líneas que van a continuación me resulta conmovedora:

"Tantas ideas en la cabeza y tantos sueños en el corazón, que se fueron deshilvanando y enredándose con los tuyos durante innumerables tardes que se convertían en noches, y noches que se convertían en madrugadas. El poema que se adhiere a la memoria y se reconstruye verso a verso, el disco que se escucha veinte veces, el trago que se multiplica. Las referencias comunes, de las que nace el humor; los descubrimientos simultáneos, que arañan la felicidad; las afinidades eufóricas, que se vuelven retroactivas".
Y retiemble en sus centros la tierra
Gonzalo Celorio

07 noviembre 2009

Por fin

Pero este regreso también tiene otro suceso como base que puede servir de punto de partida para esta nueva etapa y que, además, está directamente ligado al origen de este blog.

"Que sea eterno mientras dure" tiene su origen en México, en un marco para fotos (que aún sigue sin foto porque ha adquirido entidad por si mismo y no necesita ningún añadido para existir) y en una persona: Alberto.

Esta semana Alberto y yo hemos recibido una noticia que supone el fin de una etapa. El jueves Alberto recibió una carta del Ministerio de Justicia en la que se le comunicaba que le había sido concedida la ciudadanía española que solicitó hace más de 25 meses. Lo cierto es que habíamos conocido la noticia a mediados de octubre a través de la página web del Ministerio, pero la llegada de la carta oficial ha sido la "señal" definitiva.

Antes de la carta y después de ella. En el antes se queda el sufrimiento innecesario, la incertidumbre, la espera, las colas para presentar "papeles", las comeduras de cabeza y las malas formas y peores maneras. Y a pesar de todo, ninguna experiencia se puede comparar a estos nueve años y medio.

El después ha comenzado ya. Felicidades Alberto.


Constancia...

O mejor dicho, falta de ella.

Regreso a este blog después de un montón de días (meses, mejor dicho) en los que ni siquiera en pensado en él... lo cual no habla excesivamente bien ni el blog ni de mi. Los propósitos de constancia que me impuse cuando lo comencé se han evaporado a la menor oportunidad.

Esta semana un buen amigo encontró esta página web y supo identificarme como su autor. Mientras hablábamos, y sobre todo después, no pude dejar de pensar que no había habido una razón para abandonarlo y que tampoco tenía que existir una razón concreta para volver a él.


Así que aquí estoy de nuevo, veamos que es lo que sucede esta vez...